ARTICULO: Controlar a los motoristas
Por: Roberto Rosado Fernández, educador
Sería una victoria contundente si se logra
controlar a millones de motoristas que transitan por las calles, avenidas,
carreteras y caminos vecinales de la Republica Dominicana sin ninguna o poca
posibilidad de que se le aplique correctivos,
fundamentados en las Leyes de Tránsito Terrestre que están vigentes en
la Republica Dominicana.
David Gómez, experto en movilidad Urbana ha
dicho:’ Se está fallando en dos
aspectos; Un diseño vial altamente permisivo que no pone límites a las
conductas imprudentes que con mucha facilidad pueden hacer los motoconchistas,
incluso más que conductores y la ausencia de control vial.
Es una receta muy peligrosa; la calle permite que usted haga lo que quiera,
y nadie lo sanciona por hacerlo’.
El presidente dominicano actual ha
manifestado su interés porque esa regulación se produzca y ha instruido para
que los órganos correspondientes actúen para su cumplimiento. La tarea es
hacerlo lo más rápido posible debido a la preocupación que se observa en la
ciudadanía por la crisis generada por la inobservancia de las leyes que regulan
el transito en el país.
Respetar dichas leyes implica que los
consumidores de ese y otros medios de transporte no transiten en vía contraria,
se abstengan de hacer rebases temerarios tanto por la derecha del conductor
como dando zic zac entre vehículos que aguardan un cambio de luz en los
semáforos aunque aparentemente no haya circulante a la vista, no rebasar por la
derecha a vehículos en marcha, no escandalizar
dando bocinazos inadecuados, no transportar a más de un pasajero, usar
en toda circunstancia el casco protector como forma de preservar su vida y la
de quien transporta, no utilizar celular
mientras conduce, no conducir a altas velocidades, no dialogar con el acompañante
mientras conduce, no conducir en estado de embriaguez, evitar las competencias
que normalmente se realizan en carreteras provocando accidentes y muertes innecesarias y otras no referidas pero igual
provocan inconvenientes.
Valga decir que existe la imperiosa necesidad
de que a quien la misma Ley obliga a garantizar su cumplimiento debe sentirse
en la obligación y el deber de hacerla cumplir sin menoscabo de raza,
religión, militancia política y el rol
que desempeñe en cualquier órgano del estado. Quien la infrinja debe pagar las
consecuencias.’ Ley es la regla a la cual deben acumular sus pasos, así los
gobernados, como los gobernantes.’ Juan Pablo Duarte.
Así los de la DIGESETT no tendrían excusas
para detener, multar y hasta suprimir licencias de conducir a quienes la
función que realizan lo hacen creer que son portadores de salvo conducto por la sola razón de ser figura de la política de turno, de la
religión predominante, dé algún estamento militar o de cualquier otro espacio
que lo haga creerse figura intocable.
Las estadísticas que dan cuenta de cada
día más muertos , heridos y mutilados que se agregan, es cada vez más alta provocando contratiempos en la familia,
las instituciones y los allegados haciendo cada vez más difícil la vida humana.
Salir en algún vehículo a circular por
las calles y carreteras del país es riesgo tan grande que se sabe que se está vivo cuando regresa a casa, guarda el vehículo y entra a su
interior, también con el cuidado de asegurar las puertas para evitar que la
imprudencia pronunciada haga dentro de
casa lo que no pudo hacer en la vía pública.
La
preocupación del presidente se hará
realidad cuando la ley y su aplicación correcta
sea asumida por todos; estado, instituciones públicas y privadas, familia,
escuela y el resto de la sociedad, en un todo único, hasta lograr que la
preservación de la vida de cada ciudadano sea, además de un deber, un
componente fundamental para vivir en la sociedad en armonía y en franca paz.
MANOS A LA OBRA
Publicar un comentarioDefault CommentsFacebook Comments