ARTICULO: Librería La fuente, iniciativa y perseverancia
Librería La Fuente, calle Colón esquina Santome.
Por: Roberto Rosado Fernández, educador
En 1983 los esposos Domingo Moreta – Julito y Hortensia Corcino conciben la idea de iniciar el comercio de venta de libros. Sabían que su iniciativa tendría obstáculos debido a la limitación de recursos y a que las librerías existentes, El Heraldo; Quisqueya; Rossill y Alberto, ya no existen, además de sus propietarios poseer mayor cantidad de recursos, tenían conexiones con editoras que le proporcionaban ediciones a venta con un porcentaje de ganancia.
Debieron tomar iniciativas que
permitieran que sus ventas llegaran hasta los sectores humildes de población. De esta apreciación nace la idea de comprar libros usados, venderlos a los estudiantes que llegaban nuevos y que a
su vez pudieran adquirir los del siguiente nivel a muy bajo costo; si el cliente los quería
nuevos también se los ofertaba.
Con esa
dinámica la Librería La Fuente se fue insertando en la solución de un problema
que en la apertura de clase anual
generaba tantas dificultades a las familias de escasos recursos para comprar
los útiles escolares a sus hijos. Eso le permitió innovar y colocarse a la
vanguardia del intercambio y venta de
libros nuevos y usados.
Dada la
condición de servidores de la iglesia de
Cristo de dicha pareja, iniciaron la venta de libros cristianos y, a la vez
facilitar a los noveles escritores llevar sus producciones para ser vendidos al
público con el único requisito de recibir un porciento de dicha venta cuando
esta ocurriera.
Esta iniciativa comercial se inicio en una
parte de la casa de madera, propiedad la
familia Najri, ubicada en la calle Colon esquina Santome próximo a la parada de vehículos
de la Sección Yaque, perteneciente al Distrito Municipal de Arroyo Cano, del
Municipio de Bohechio, provincia San
Juan. Allí compartía con otros inquilinos que se dedicaban a otro tipo de
negocios.
Poco a poco el comercio fue prosperando
permitiéndole adquirir no solo la vivienda donde se inicio sino las de los
colindantes. Eso le permitió unificar en una sola construcción de dos niveles
las propiedades adquiridas así como
ampliar sus ofertas para su amplia y exclusiva clientela.
Las iniciativas del MINERD de
proporcionar libros de textos a los
alumnos los obligo a tomar otras
iniciativas tales como; venta de materiales de oficina, materiales de limpieza
y otros-miscelaneos- para atender a la
demanda del momento y mantener activa su
clientela tanto local como regional.
Su
permanencia en el ambiente comercial le
ha ganado un peldaño en las páginas de la historia comercial de San Juan de la
Maguana y a sus mentores un espacio para ser recordados aun después de su
muerte. A sus hijos les corresponde el compromiso de continuar dando este
servicio tan útil para la sociedad de ayer, de hoy y de mañana.
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