ARTICULO: El Valor de la sencillez
POR: Roberto Rosado Fernández, educador
Promover la sencillez es una tarea que debe estar presente en la agenda
de cada institución y de cada gestor. Es fundamental para el ejercicio
institucional y para la promoción de un liderazgo de calidad.
En el caso de los educadores es su
principal función, luego de formar, y muy útil para evitar conflictos, si no lo consigue,
contribuye a la solución de los
problemas que se presenten, haya o no haya recompensa. Esta será, por lo
general la satisfacción del deber
cumplido y del respeto que se le pueda
profesar.
Hay criticas diarias acerca de cómo se dirigen las instituciones
públicas; se le atribuye falta de observación de los males que les afectan y
los que dicha inobservancia provocan; se le tilda de ineptos, descuidados y,
hasta de incapaz. Estas falencias se pueden corregir si existe un mecanismo de
supervisión efectivo del accionar de cada gestor institucional. De esta manera
se hace honor al proverbio Árabe que dice: ‘Los ojos no sirven de nada a un
cerebro ciego’.
La sencillez es una de las cualidades básica de toda persona, educador,
gestor o administrador. Quien la posee garantiza óptimos resultados tanto
individual como institucional. Los autores Julián Pérez Porto y María Meriño en
el año 2010, hablando acerca de la
sencillez y las personas entre otras cosas dijeron: ‘Una persona sencilla
respeta a los demás por encima de todo, no se siente superior en ningún aspecto
respecto al resto, no menosprecia a los demás, no tiene afán por destacar ni por presumir y no necesita
sentirse admirada.’
Seguir esta norma en cada
institución, ya sea pública o privada y, de manera individual, es muy útil para lograr resultados óptimos y, sobre todo,
armonía.
En las estrofas siguientes sobre la sencillez
abundo sobre este tema:
Sencillez
I
La vida simple
Es calidad
Es sobriedad
Nada visible.
II
En la familia
Con los amigos
Buscando abrigo
Y buena vida.
III
Todo sencillo
Sin estridencia
Mucha prudencia
Todo el camino.
IV
Prolonga el tiempo
Alarga vida
Da buena vibra
Cada momento.
V
Nada le ofende
Vive su espacio
En cada paso
Nada pretende.
VI
Nunca presume
Vive como es
Todo lo ve
De modo simple.
VII
Vida sencilla
Con humildad
Y calidad
Toda la vida.
VIII
Por siempre ve
A quien lo tiene
Porque prefiere
La sencillez.
IX
El ser sencillo
Lo hace valiente
Por ser prudente
Vive sin brillo.
X
Nunca se afana
Por los defectos
Cada proceso
Siempre corrige.
XI
Vive su vida
Como la quiere
Porque prefiere
Vida sencilla.
Todo aquel que tiene la función de educar y
dirigir y le adorna esta cualidad, también es honesto. Thomas Jefferson ha
dicho sobre ella: ‘La honestidad es el primer capítulo del libro de la
sabiduría’. Si queremos acercarnos a serlo leamos por entero ese primer capítulo.
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