Mi tebaida de hoy: La actuación de la Policía Nacional en las calles y carreteras. Una propuesta educativa.
En los últimos días el país asiste a un teatro dantesco matizado por espectáculos de muy mal gusto por actuaciones muy penosas, tanto de ciudadanos irrespetuosos, con niveles de ira que superan a los animales felinos y peor ver las malas y hasta delictivas acciones de policías. Es una gran pena que sufre una sociedad donde se necesita un cuerpo del orden que esté acorde al Estado de derecho contenido en la constitución y las leyes.
Todos debemos conocer deberes y respetar derechos; todos tenemos límites y debemos conocerlos para respetarlos. Ahí comienza el irresoluble problema, la policía no acepta límites y la ciudadanía tampoco, y los dos están mal. Para que comencemos a entendernos, el tebaidero sugiere imprimir cartillas de derechos y deberes tanto para policías como para ciudadanos.
Así construiremos unos códigos comunes conocidos por ambos lados y comenzaremos a respetarnos recíprocamente, la sociedad necesita la policía y la policía existe porque la ciudadanía la mantiene. Consciente de este matrimonio sin divorcio, estamos compelidos razonablemente a construir respeto mutuo y eso se logra con educación y blanqueamiento de los límites de hasta dónde y por cuáles razones, la policía debe y puede intervenir e interrumpir si fuere necesario la libertad del ciudadano. Estamos en la era del conocimiento y hay ciudadanos que conocen sus derechos, la policía no sabe hablar, no conoce los criterios de sospecha fundada para abordar un ciudadano y luego humillado por su ignorancia quiere aplicar su fuerza de Rambo Loco que crea el problema. El policía debe saber que busca y porque aborda al ciudadano, no debe pararlo porque somos la policía, eliminen eso, por ser antidemocrático, la autoridad se rige por ley, no por caprichos y creencias.
Sin criterios claros jamás ha habido respeto ni progreso; atento a egos y malcriadezas individuales, que no le resuelven nada a la sociedad, no se detendrán los vergonzosos acontecimientos que se producen entre ciudadanos en general y la policía.
Si a la reforma policial que impulsa el presidente, mientras tanto, mucho respeto de ambos lados.
Por: Angel Monero Cordero Ms, profesor de derecho.
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