ARTÍCULO: Abuso de autoridad en República Dominicana

 

Con enorme brutalidad el joven David de los Santos, fue detenido en la plaza Ágora Mall del Distrito Nacional y posteriormente muerto en una celda de la Policía Nacional por el hecho de haber sido detenido a consecuencia de una supuesta amenaza a una joven de la reconocida plaza; Nunca le escucharon, nunca le respetaron sus derechos. Con enorme prepotencia y abuso de autoridad, fue dominado y sujetado como un delincuente común, jamás recibió la oportunidad de que le respetaran sus derechos ni que contra éste se tenga la más mínima de las clemencias.

   ¿Considera usted que esta brutalidad ha aumentado en toda la República Dominicana?  podría decir que SÌ, el pueblo así lo considera, pero igualmente, podríamos concluir, que se está haciendo visible al paso de la tecnología, que nos deja ver cómo usándola bien, puede ser un aliado de la justicia, pero igualmente de la democracia. Además, podemos afirmar que la sociedad demanda mayor respeto a los derechos humanos y de mayor conquista para que cada día tengamos derechos más amplios.

  El abuso de autoridad, la prepotencia y la brutalidad policial que termino con la muerte del joven de los Santos, ha consternado a la República Dominicana y muchas partes del mundo donde ya amnistía internacional, órgano de derechos humanos se ha hecho eco de tal situación y que ya como país estamos en la mira de los organismos internacionales de derechos humanos.

 ¡Cómo es posible que la tierra de Duarte, Sánchez, Mella y Luperón se encuentre inmersa en esta barbarie! y que hoy no solo hablo de la policía nacional, sino también de las autoridades, del gobierno y del sistema judicial, así como también de la sociedad civil quienes ven que esta realidad ha aumentado de forma incomprensible la criminalidad con respaldo del Estado, la cual aumenta en forma inimaginable en el extremo de lo indecible.

 Desde los tiempos de Trujillo y los 12 años del Dr. Joaquín Balaguer con el pasar de los años era para que los dominicanos dejemos aparte el odio y la separación entre nosotros mismos lo cual no ha sido posible alcanzar la paz en nuestras vidas. Todo lo contrario, el abuso de autoridad arrecia cada día, lo más increíble es que quienes constituyen la autoridad y quienes conforman la sociedad civil están blanco de la inobservancia de esta triste realidad.

El escándalo, la indignación, el llamado a la justicia, las vestiduras rasgadas en el clamor por mejorar nuestras vidas quedan ahí, solo en el discurso y la población en lo general, atrapada entre en la lucha por el poder y el dinero público, pero además, en una sociedad que se vence, en un espejismo entre liberales, conservadores y, o, neoliberales. Todo históricamente lo mismo que hemos convivido en nuestra República, pues la verdad absoluta no existe y si, los equilibrios sociales, rotos por la miseria humana.

  

Muchas gracias, Leandro Ortiz.