TIEMPO DE RECONECTARNOS

POR: PASTOR SIMON SANCHEZ RAMIREZ

Considero oportuna la presente crisis sanitaria, provocada por la pandemia del Covid19; para hablar de reencuentro o reconexión; ya que dicha situación ha generado una

desconexión a gran escala en todos los aspectos del quehacer diario y ha cambiado

rotundamente nuestro estilo de vida habitual.

Aunque, gracias a Dios contamos con acceso a la tecnología que hace posible que en

fracciones de segundos nos conectemos con cualquier persona sin importar el lugar

donde se encuentre; a pesar de esta ventaja que ofrece la tecnología; también nos ha

hecho dependiente de ella. Al punto que no podemos “vivir” sin ella; y esto no esta

bien. Por un lado nos conecta con todos y a la vez nos distancia de todos; ya que nos

ha convertido en pequeñas isla aisladas unas de otras; aunque somos parte de un

todo.

Por otra parte, existe otro factor, que ha ocasionado una ruptura en las personas

consigo mismos; con los demás; y sobre todo con su Dios. Es por ello, la necesidad

imperante de ver y aprovechar este tiempo para reconectarnos.

De modo, que no podemos hablar de reconexión, sin antes referirnos a la conexión o

relación que existía en el inicio de la creación; en la Biblia podemos encontrar indicios

que Dios tenia una relación intima, sana y floreciente con Adán y Eva al inicio de la

creación; esta se describe en Génesis capítulos 1: 26-28; 2:15-18; 22-24; y en Gen 3:8

dice: “ Y oyeron la voz de Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día”. Es decir,

Dios se comunicaba con hombre y este con Dios de manera normal; sin barreras ni

temor.

Pero, todos cambio, cuando Adán y Eva, decidieron romper la conexión con su

Creador y su Dios. Generando una ruptura que perdurado por los tiempos. Esta

desconexión produjo la separación del hombre con Dios, el hombre con los demás,

consigo mismo; y con el resto de la creación.

Por eso, es obligatoria la pregunta. ¿Qué fue lo causo esta desconexión? La

respuesta la encontramos en Génesis 3:1-10; “sino que el día que comáis de el, serán

abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal”(ver 5).

Considero que la principal es: haber escuchado la voz de Satanás y creer la mentira

que “el hombre puede ser Dios”. Satanás sembró en el corazón de Eva y por ende en

el ser humano, el deseo que el anhelaba y anhela todavía. “ ser semejante al

Altísimo”; según lo narra el profeta Isaías en su libro capitulo 14:12-15.

La decisión de Eva y Adán; dejaron como resultados:

1. un deseo desmedido por alcanzar el conocimiento y sabiduría; porque piensa

que lograra ser igual a su creador- Dios.(ver6)

2. Guiar su vida por lo que Percibe, lo que y puede tocar.

3. Se perdió la inocencia; y se inclina a la maldad de forma instintiva.

4. Descubrió su desnudez, lo cual representa, la debilidad, vulnerabilidad e

incapacidad del ser humano para dar respuestas a las diferentes situaciones de

la vida.

5. Surgió el sentimiento del temor y de la culpabilidad, por eso siempre busca

justificar sus actos.

6. Diseña estrategia para ocultar su pecado y faltas; mostrando falsas fachadas

hecha con hojas de arboles frágiles.

7. Enemistad generalizada con Dios, con los demás, con el y con la creación; y

finalmente, Dios tuvo que expulsarlo de huerto de Edén; es decir, de su

presencia. Pablo lo expresa diciendo que: “por cuanto todos pecaron; y están

destituidos de la gloria de Dios” (Rom3:23).

Sin embargo, Dios en su misericordia a establecidos diferentes formas para que el ser

humano retome la conexión con El; por eso Dios mismo hizo túnicas de pieles y los

vistió en el jardín; y luego le revelo la promesa que de la simiente de la mujer nacería

el que rescataría a la humanidad de sus pecados. 

De aquí que la reconexión consiste

en unir nuestros canales con las líneas axiales del universo; en otras palabras, es

unirnos a la fuente primaria de donde emanan todas las cosas; es decir Dios. Esta

unión favorece la reconciliación con su Creador. 

A sabiendas que la reconciliación es el cambio de relación entre Dios y el hombre, lo cual produce un cambio de posición del hombre, a través de la obra redentora de Cristo. Como lo expreso Pablo en 2

Corintios 5:9 “que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo”. Es acción

es la iniciativa de Dios.

Pero el hombre sigue con su actitud de huir y se esconderse de Dios; al igual que hizo

Adán y Eva. Y el Señor sigue preguntando. ¿Dónde estas tu? El apóstol Pablo

describe la postura del hombre en ROM 3:9-18). No obstante, el Señor sigue

insistiendo en restablecer la armonía con el hombre y con la mujer; y lo invita a que se

reconcilie con el. Pero el hombre se mantiene indiferente a la voz de Dios; y ha

preferido seguir la mentira que le inculco Satanás; “ seréis como dios”; que en su vano

razonamiento ha inventado sus propios dioses; tales como; imágenes, ídolos,

búsqueda del poder, del placer, de la fama, y otros sustitutos con el fin de llenar el

vacío existencial; como hizo Adán que hizo delantales de hojas, pero sus espaldas

estaban al desnudo.

En tal sentido, Dios permite que ocurran situaciones adversas en la vida del hombre;

como la crisis que enfrenta la humanidad del coronavirus; para que el hombre vea su

fragilidad y vulnerabilidad; esta crisis ha despertado el deseo en el ser humano de

refugiarse en Dios; y muchos están orando, clamando y pidiendo que oren y piden la

intervención divina; tanto grandes y pequeños esperan un milagro del Altísimo.

De modo, que el desea reencontrarse con el hombre. No demore mas tu reconexión

con Dios.