OPINIÓN; Escuelas Previas
https://www.elfogondesanjuan.com/2017/07/opinion-escuelas-previas.html
POR; Roberto Rosado
Fernández, Educador
Tres Escuelas de formación
inciden en los niños antes de su entrada a la Educación formal. La del vientre
de la madre o Prenatal, de la familia desde que nace hasta su ingreso en el ambiente
Escolar y la que recibe del ambiente
extra familiar.
En cada uno de estos ambientes recibe
formación, las que va asimilando en el curso de su desarrollo reflejándola en
su comportamiento cotidiano y en las actuaciones de su diario vivir.
En el caso de la
Prenatal es el aprendizaje recibido antes de nacer el niño. La estimulación del
feto con sonidos, movimientos y olores para ayudar al desarrollo de los
sentidos del bebé. Esto, a saber de los
especialistas, “le garantiza aprendizaje temprano”. Además durante su
desarrollo, el feto aprende constantemente, mientras que el útero, su exposición a diferentes sonidos, olores y
tactos ayuda al avance del bebé.
Con
altavoces aprende a escuchar
los sonidos que encontrará cuando vea la luz del mundo. Los masajes
suaves al vientre de la madre ayuda al niño a aprender a relacionarse con sus
padres desde antes de nacer.
Sugieren los
especialistas una” alimentación adecuada para que se vaya relacionando con
olores y sabores”. La forma de vida de la madre, su relación con su pareja, con
el medio circundante, su trabajo, sus pensamientos, sus sentimientos, su forma
de vivir, sus estados interiores, entre otras acciones, le va modelando.
Tener el cuidado
de atender a estos estándares de
formación desde el embarazo evita contratiempos
que, a su vez, provocan deficiencias y problemas de índole personal y
social que impiden su salud física y psíquica.
Es aconsejable
que durante el embarazo las parejas visiten a los especialistas en la educación prenatal para evitar futuros
contratiempos y garantizar la salud de su bebé.
La segunda Escuela,
la de la familia, es muy delicada, extremadamente delicada, es la llamada
a continuar la formación que se previó y
se aplicó durante el embarazo. Esta educación la garantiza los padres. De su aplicación adecuada depende
el futuro de sus vástagos. Es su deber enseñarles modales y buenas costumbres,
las que, sin dudas, reflejará en la escuela desde el momento en que ingrese
para recibir educación sometida a reglas, es decir, la educación formal. Como
sea su formación de hogar, será su comportamiento en la escuela. Será tarea de
la escuela seguirla, si es correcta o corregirla si llega con deficiencia.
La tercera
escuela es la del ambiente extrafamiliar, la no planificada, la que recibe de
los amigos, compañeros de juego, vecinos y más, que, por lo general enseña más
y comportamientos, la mayoría de las veces, contrarios a los que se enseñan en el hogar y en la
escuela. Esta escuela es la que distorsiona lo enseñado, tanto que hace conflictiva la formación en
valores y la confronta con aquellos que el hogar enseña, es más poderosa, aún
después de su ingreso a la educación formal.
Cuando el niño
llega a la escuela con la finalidad de recibir educación formal, entra a un
mundo nuevo en el que se reflejará aquellos aprendizajes que recibió cuando era solo un feto, en la familia y la
enseñanza extra familiar.
La tarea
fundamental de la Escuela es convertirla en su segundo hogar, ordenar esos
aprendizajes previos, darle sistematicidad en base a las orientaciones
previstas en el currículo vigente y desarrollar todo el proceso hasta entregar
a la sociedad un profesional que pueda contribuir con su accionar a sostener una vida social y
profesional cada vez mejor.
Cumplir con
estas tareas ayudaría a mitigar el drama conflictivo presente en la sociedad de hoy reflejado en la violencia
cada vez más pronunciada y, por igual, muy preocupante.
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